Actos como estafa, robo de información confidencial, manipulación de equipos y redes sociales o chantaje a través de cibersexo son claramente delitos informáticos. El problema es que no todos los crímenes digitales que se cometen son tan obvios, por lo que debes tener cuidado, ya que es posible que en estos momentos seas un auténtico cibercriminal y ni siquiera lo sepas.
Las mayores posibilidades de conexión y el incremento de la presencia en la red, son algunos de los factores que están impulsando este tipo de crímenes hasta su punto más álgido, lo que a su vez, impulsa las posibilidades de cometer un delito.
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