Cuando hablamos de agujeros de seguridad sin solucionar solemos pensar en aquellos que se han descubierto recientemente y cuyos parches se empiezan a desplegar por los administradores de sistemas poco a poco, una vez se han asegurado de que no causan conflictos. Este despliegue de actualizaciones es algo que, especialmente en las grandes empresas, puede durar semanas o incluso meses, por lo que es habitual que los delincuentes tengan una ventana de oportunidad bastante amplia una vez se descubre una vulnerabilidad que pueden aprovechar activamente.
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