Cloudera, la única compañía que impulsa la IA a través de los datos en cualquier entorno, ha lanzado un nuevo informe global, en colaboración con Finextra Research, que revela que la implementación de la IA híbrida se ha convertido en una estrategia esencial en el sector financiero e indica los principales retos para una amplia adopción de la inteligencia artificial.

La encuesta, realizada a más de 150 líderes empresariales de todo el mundo, muestra que el 62% de las organizaciones financieras utilizan un sistema híbrido. Es decir, que alojan sus datos tanto en nube pública, como en centros de datos, para desarrollar sus proyectos de Inteligencia Artificial.

Este modelo es fundamental para gestionar sistemas heredados, escalar de manera eficiente y poner en marcha las tareas de desarrollo e implementación de modelos que requieren muchos recursos. En este sentido, el 91 % de las organizaciones valoran el enfoque híbrido muy positivamente. Por tanto, la adopción de una infraestructura flexible ya no es una opción, sino un requisito básico para ser competitivos.

Sin embargo, aunque la aplicación de la IA está cada  vez más extendida, el estudio confirma que existen importantes barreras en materia de datos y seguridad que impiden a las empresas lograr una integración completa en toda la organización.

Superar las barreras para una amplia aplicación de la IA

A pesar de las grandes expectativas que tienen las empresas en la inteligencia artificial , muchas de ellas siguen teniendo dificultades para extraer su verdadero valor. En concreto, casi la mitad de las organizaciones (48 %) han superado la fase de experimentación, pero aún no han integrado plenamente esta tecnología en sus principales operaciones. Esto las sitúa en desventaja frente al 26 % que sí han logrado la adopción en toda la compañía.

La seguridad de los datos se ha convertido en el principal obstáculo para  alcanzar una amplia  implementación de la inteligencia artificial. En paralelo, el 97 % de las organizaciones financieras afirma que los silos de datos dificultan su capacidad para desarrollar y desplegar modelos de IA eficaces. Estos retos ponen de manifiesto que la innovación en IA solo puede tener éxito si se basa en una gobernanza y una seguridad de los datos fiables y unificadas.

“Para superar realmente la brecha de implementación de la inteligencia artificial, las instituciones financieras necesitan una plataforma unificada de datos e IA que garantice una gobernanza y una seguridad consistentes en todos los entornos. Esta es la única forma de generar confianza, gestionar el riesgo y acelerar la adopción de la IA a gran escala”, afirma Adrien Chenailler, director global de soluciones de IA para servicios financieros de Cloudera.

Entre otras conclusiones del estudio destacan:

• La adopción de la IA es una necesidad estratégica: el 97 % de las empresas de servicios financieros están implementando al menos un caso de uso de IA/ML, lo que consolida a esta tecnología como motor fundamental del negocio.

• Una gobernanza unificada es imprescindible: con el auge de los entornos híbridos, el 84 % de las organizaciones considera crítico un marco unificado de gobernanza y seguridad de los datos en todos los entornos.

• La seguridad es un aspecto crucial a la hora de invertir en proyectos de IA: una de cada cuatro empresas (25 %) considera la seguridad como su máxima prioridad a la hora de evaluar un proveedor de plataformas de IA.

”Los resultados del estudio subrayan que el éxito de la IA no solo dependerá de la magnitud de la inversión, sino también de decisiones estratégicas en infraestructura, asociaciones con proveedores y gobernanza de los datos. Estamos muy satisfechos de compartir estas reflexiones en colaboración con Cloudera para ayudar a las compañías  a enfrentarse a este contexto que evoluciona rápidamente”, afirma Gary Wright, director general de Finextra Research.

Metodología

El informe se basa en una encuesta global realizada por Finextra Research en agosto de 2025 a 155 encuestados de organizaciones de servicios financieros y tecnología. Los participantes ocupan puestos de alta dirección en Norteamérica, Europa, Asia-Pacífico, Latinoamérica y Oriente Medio y África.