A pesar de que los inviernos españoles no son tan crudos como los de otros países europeos, el interior de los hogares es uno de los más cálidos del continente. Un nuevo estudio de tado°, la compañía líder europea en soluciones de gestión energética para el hogar, revela que las familias españolas son las más propensas a fijar el termostato por encima de los 21°C, superando así a países del norte de Europa.

Los datos del estudio muestran que el 59,7% de los consumidores españoles configuran habitualmente la calefacción por encima de los  21°C, una cifra ligeramente superior a la de los países del bloque DACH (Alemania, Austria y Suiza), donde actualmente se sitúa en el 58,8%, y a gran distancia de la de los Países Bajos (19,3%), Reino Unido (24,2%), Italia (31,8%) o Francia (35,4%). Sorprende, así, como países en los que la temperatura media en invierno se encuentra por debajo de la media española -establecida en 7,8°C el pasado año, de acuerdo con la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)- registran una temperatura de confort menor para el interior de sus hogares. Esta paradoja apunta a que el confort térmico dentro del hogar responde no solo a factores climáticos, sino también culturales.

Asimismo, los datos de tado° también revelan quién suele ser la persona encargada de regular la temperatura del hogar.En el 52,5% de los casos en España este rol corresponde a la mujer y tan solo en el 23,7% a los hombres y en el 7,6% a los abuelos u otros familiares mayores. El liderazgo femenino en la regulación térmica se repite también en los Países Bajos y Reino Unido, mientras que en Francia, Italia o Alemania suele ser el hombre quien se encargue de establecer la temperatura ideal para el hogar.

Los pequeños de la casa en España también ejercen cierta influencia, y es que tienen el control de la calefacción en el 16,1% de los hogares, lo que los convierte en los niños europeos que más dominan la temperatura interior de la vivienda, muy por delante de los Países Bajos o Francia, donde no superan el 3%, pero también de otros países como Reino Unido o Italia, donde la cifra se sitúa por debajo del 10%. 

Igualmente, si bien las mascotas no participan en la decisión sobre el “punto de confort”, el 22,9% de los españoles sí las tienen en cuenta a la hora dejar su dispositivo de climatización encendido para garantizar su bienestar cuando abandonan la vivienda.

Ante este panorama, no es de extrañar que la temperatura de la calefacción pueda ser un tema a debatir en los hogares españoles y que no siempre sea fácil llegar a un acuerdo. Por ello, hay quienes deciden tomarse la justicia por su mano y cambiar la temperatura cuando nadie presta atención, así lo ha confirmado el 33,6% de los españoles. Esto nos posiciona como los europeos más pícaros, nuevamente por delante de los países del bloque DACH (15%), los Países Bajos (15,2%), Francia (15,3%),  Italia (15,7%) o Reino Unido (22,1%).

El papel de la tecnología inteligente

Con los precios de la energía aún en niveles elevados, las soluciones de calefacción inteligentes, como los termostatos de tado°, permiten a las familias evitar disputas por la temperatura y, al mismo tiempo, recortar costes y reducir su huella de carbono. Gracias al control por habitación, la programación automática y las funciones de ahorro energético, es posible mantener el hogar confortable sin entrar en las eternas negociaciones sobre la temperatura ideal.

«Las funciones relativas al control inteligente de la calefacción eliminan todo el trabajo duro para mantener una temperatura adecuada», afirma Christian Deilmann, cofundador y director general de tado°. «Con ello las familias se aseguran de que el hogar sea confortable cuando se necesita calefacción y eficiente cuando no».