
Las empresas dependen cada vez más de los datos, por lo que su protección frente a las pérdidas, los daños y el robo se ha convertido en una prioridad para los directivos. Los programas maliciosos son una de las principales causas de la pérdida de datos y el ransomware, que bloquea los datos con una encriptación indescifrable y los convierte en algo inservible, es una de las formas más habituales de software malicioso. En la actualidad, la mayoría de los ataques de ransomware implican el robo de datos personales o comerciales confidenciales con el fin de extorsionar a las organizaciones, lo que aumenta el coste y la complejidad de los incidentes e incrementa el posible daño reputacional. De hecho, el año 2023 se caracterizó por el constante aumento de las ciberamenazas, ya que los pagos relacionados con el ransomware superaron los 1000 millones de dólares, lo que supone la mayor cifra jamás vista. Además, las nuevas normativas exigen una mayor resiliencia operativa y, por lo tanto, unos tiempos de recuperación más rápidos en caso de desastre, incluso si se trata de ataques de ransomware. El Día Mundial de la Copia de Seguridad, que se celebra el 31 de marzo, es un valioso recordatorio de la necesidad de contar con una solución de copia de seguridad de los datos, unas estrategias de recuperación y unos protocolos de protección efectivos. Las soluciones efectivas de copia de seguridad de los datos pueden ayudar a reducir el riesgo de pérdida de los datos y acelerar significativamente la recuperación de estos.
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