
TomTom (TOM2), especialista líder en tecnologías de localización, está profundamente implicada en el futuro de la conducción a través de su compromiso con la eficacia y la seguridad. El tráfico y la contaminación de los vehículos son dos de los desafíos más importantes que existen en los entornos urbanos, donde términos como espacios verdes, contaminación acústica y calidad del aire son importantes hoy en día. La contaminación por los vehículos en carretera es responsable del 17% del total de emisiones CO2 del ser humano. Los vehículos totalmente eléctricos reducen este impacto medioambiental en un 70%. Por tanto, existe ya una solución que alivie este problema de forma significativa. Pero ¿cuál es el estado de los coches eléctricos en España?
Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y su informe trimestral sobre matriculaciones de vehículos eléctricos e híbridos, a causa de la crisis de la COVID-19, en España en 2020 se han matriculado muchos menos coches híbridos o eléctricos que el año pasado por estas fechas, concretamente un descenso del 38,3%, pero esto no quita que, según el Barómetro de Electro-Movilidad de la ANFAC, España ocupe el último lugar de Europa tanto en la adquisición de estos vehículos como en la implementación de la infraestructura de las estaciones de recarga.
La lista está encabezada por los países del norte de Europa, como Noruega, que obtiene 260 puntos y Países bajos, con 124; seguido por República Checa, con 42,7 puntos; Portugal, con 42,1 y Reino Unido, con 41,4. La media de Europa se sitúa con 34 puntos. España apenas alcanza 17,1 puntos en el estudio, pero se puede obtener un dato positivo: aumenta 0,9 puntos respecto al barómetro del trimestre pasado, con lo que la tendencia es de mejora, aunque muy lenta.
¿Pero por qué se produce esto? ¿Por qué los conductores españoles se resisten a la compra de estos vehículos? ¿Es falta de concienciación?
Este estudio no sólo valora las matriculaciones de vehículos, sino la falta de estaciones de carga, de la infraestructura para soportar una red de coches eléctricos circulando por el territorito nacional. Y es que, precisamente, la falta de estaciones de recarga es uno de los elementos que más disuaden a los compradores de adquirir uno de estos vehículos. Estamos acostumbrados a, si nuestro automóvil se queda sin combustible, parar en la siguiente estación de servicio, seguramente a pocos kilómetros de distancia. Con los coches eléctricos existe la incertidumbre de no saber si existen estaciones de servicio compatibles en la ruta que se hubiera escogido.
Este fenómeno tiene ya un nombre y se llama Ansiedad por Alcance. El 71% de los conductores en los EE.UU lo sufren y es, sencillamente, el miedo a que un vehículo eléctrico se quede sin batería. La autonomía es una de las características que más miran los compradores de estos vehículos, pero, tarde o temprano, es necesario repostar. ¿Habrá una estación de recarga cuando la necesitemos?
Herramientas como los mapas en tiempo real de TomTom ayudan a los conductores a gestionar este tipo de situaciones. No sólo porque muestran la situación de estas estaciones de carga y permitan planear de forma anticipada la ruta, sino porque comunican al coche cómo es el estado de la carretera, los límites de velocidad, grados de inclinación, desvíos e incluso estado del tráfico en tiempo real. Toda esta información sirve para que los vehículos sean capaces de gestionar su uso de la energía. Por ejemplo, si el conductor se dirige a una estación de carga rápida, el vehículo puede preparar la batería por adelantado para aumentar la velocidad de recarga. De la misma manera, un coche híbrido puede consumir más energía en la subida de una cuesta si sabe que justo después hay un descenso en el que puede recargar la batería. Los sistemas de navegación modernos son incluso capaces de tener en cuenta factores como el estilo de conducción del usuario para tomar decisiones totalmente personalizadas que afectan a la eficiencia energética del vehículo.
La importancia de los mapas de carretera en alta definición, como los de TomTom, no sólo radica en la posibilidad que tienen los conductores de consultarlos, decidir sus rutas y planificar trayectos, sino que aportan información al vehículo para mejorar su seguridad y eficiencia, optimizando los recursos, ahorrando energía y reduciendo su huella ecológica. TomTom colabora con los fabricantes de coches eléctricos e híbridos más importantes del mundo para la inclusión de su tecnología en estos vehículos, a fin de garantizar la conducción más segura y ecológica posible.
Los coches eléctricos son el futuro de la automoción y uno de los pilares a la hora de reducir la huella de contaminación de nuestras ciudades. Los ciudadanos están concienciados, pero es cierto que todavía hay demasiadas incertidumbres y obstáculos que impiden su implementación. Es necesario que haya inversiones para favorecer su compra, pero también que exista una infraestructura que permita que los usuarios de estos coches circulen con la seguridad de que están atendidos y que tendrán un servicio equiparable al que ahora tienen con los coches de combustibles fósiles.