Respecto al informe recientemente publicado por Gartner -donde se expone cómo las empresas se planifican para prevenir los ataques de interrupción del negocio y que prevé que, de cara a 2018, el 40% de las organizaciones contará con planes de este tipo-, Mario García, director general de Check Point para España y Portugal, comenta: “Es cierto que para la grandes organizaciones es muy difícil evitar completamente el hecho de verse comprometidas por un ciberataque, por lo que disponer de un plan de respuesta ante estas amenazas es un paso crítico para sus negocios.
Sin embargo, a las empresas todavía les quedan muchas tareas por realizar para reducir su exposición al riesgo de ciberataques, entre ellas el despliegue de tecnologías como la ‘emulación de amenazas’ o ‘sandboxing’ con el fin de evitar que el malware alcance las redes corporativas. Además, la de segmentar las redes para limitar la propagación de los ataques o la de educar a los empleados para ayudarles a detener las hazañas de ingeniería social, con las que se inician la mayoría de las brechas.
Como señala el informe de Gartner, la seguridad no es un problema técnico que deba ser sepultado en el departamento de TI: es una cuestión crítica para el negocio que necesita ser abordado a nivel directivo en cuanto a la forma, tanto de conocer, como de manejar las amenazas”.