
The App Date Kids, único evento sobre apps público infantil, reunió el sábado a más de 200 niños y sus familias en el auditorio de la Fundación Telefónica. El objetivo de esta cita anual organizada por The App Date es el de descubrir las posibilidades más avanzadas de las apps para los niños y las niñas y subrayar los valores más educativos de estas tecnologías.
Con el apoyo y la colaboración de Fundación Telefónica y Correos, The App Date Kids puso en escena un coro ‘techie’ de 20 niños y niñas del colegio Lourdes de Madrid. Dirigidos por sus profesores, Javier Santamaría y Mario García, interpretaron tres temas donde sustituyeron sus instrumentos por tablets G Pad y los smartphones G3 de LG.
Otro ejemplo de cómo las apps comienzan a tener un papel en las artes escénicas lo demostró la compañía La Íntegra Teatro con su obra El viaje de Coliflora. Gracias a Coliflora los niños descubrieron a diferentes personajes que iban entrando en escena a través de las tablets G Pad de LG. De un personaje a otro y con la ayuda de los niños, Coliflora logró darle nombre a un libro sin cuento que fue el personaje que arrancó la acción.
El cierre de esta segunda edición de The App Date Kids, con la que colaboró la revista Yorokobu y la app de taxis Hailo, corrió a cargo de Captoorama, un app pionera en Europa que permite conectar “tattoos” a contenidos digitales. Los creadores de Captoorama presentaron su tecnología a través de dos juegos en los que participaron una decena de niños del público. Todos ellos descubrieron el contenido digital que escondían sus calcomanías “tattoos” gracias a esta app diseñada en Barcelona.
Una vez terminadas las performances, los niños pudieron descubrir con sus propias manos la aplicación Kidzinmind, un parque de juegos en el que un grupo de padres y expertos en pedagogía y nutrición desarrolla y selecciona aplicaciones que ayudan a nuestros hijos a crecer y divertirse con total seguridad. También pudieron descubrir la apuesta de Correos por la tecnología usando Homepaq, un buzón que te permite recibir paquetes en tu propia casa, donde descubrieron más de un regalo.