
Parrot cultiva su categoría “eco-geek” con Parrot Pot y Parrot H2O, la segunda generación de soluciones inteligentes y conectadas que nos guían en el cuidado de nuestras plantas y nos ayudan gracias a sus sistemas de riego autónomos.
Tanto Parrot Pot como Parrot H2O están equipados con sensores que supervisan los distintos parámetros fundamentales para el crecimiento de las plantas: la humedad de la tierra, el fertilizante, la temperatura ambiente y la luz.
Cada 15 minutos, Parrot Pot y Parrot H2O registran la información y después la envían por Bluetooth Smart a un dispositivo móvil (Smartphone o tablet) cercano y equipado con la aplicación gratuita Flower Power (1).
Disponible en tiempo real a través de gráficos, la información se transmite a ‘Parrot Cloud’ para su análisis mediante algoritmos (2).
Este análisis te permite conocer la situación de la planta y recibir predicciones a corto plazo sobre las acciones necesarias.
Ultra fiables, Parrot Pot y Parrot H2O también se encargan del riego de tus plantas, de forma autónoma, aportándoles la cantidad exacta que necesitan.
Parrot Pot: la maceta inteligente conectada
Equipada con una reserva de agua de 2 litros y un sistema de irrigación de 4 bocas independientes, Parrot Pot define el plan de riego más eficiente para la planta y proporciona el nivel de agua adecuado de forma homogénea.
Por debajo de un nivel crítico, Flower Power Pot pasará automáticamente a un protocolo de conservación del agua que protege la vida de tu planta consumiendo la mínima cantidad de agua posible hasta que puedas llenar de nuevo el depósito.
Parrot H2O: el sensor inteligente que riega tus plantas
Parrot H2O se coloca cerca de una planta y transforma cualquier tipo de botella con tapa de rosca, de 0,5 litros a 2 litros, en una reserva de agua que se rellena, ofreciendo una autonomía en el riego de hasta 3 semanas. La cantidad de agua liberada se adapta en función a las necesidades de la planta a la que está asociada.
(1) Se necesita conexión a Internet
(2) La aplicación Flower Power ofrece acceso a una biblioteca de más de 8.000 plantas elaborada por botánicos y científicos franceses, holandeses y americanos (los laboratorios de la Universidad Wageningen en los Países Bajos; el centro de horticultura urbana en la Universidad de Washington; los invernaderos de Agrocampus Ouest en Angers, Francia).