Yo no soy mucho de wearables, ni reloj ni smartband ni nada… Pero la verdad es que después de disfrutar de la smartband durante unas semanas, me ha conquistado. Es discreto, combina con tu forma de vestir, tiene una amplia gama de vivos colores y estilos y podrás llevar el color que quieras cada día. El botón de cierre de metal, con el inconfundible estilo Sony, y los indicadores LED le dan un aspecto tremendamente elegante.
No sólo es el hecho de llevar una pulsera que, además queda bien, sino que te permite registrar muchas de las cosas que haces en tu día a día sin preocuparte de nada. Monitoriza tus movimientos, tus comunicaciones, las fotos, el tiempo que estás jugando… Y todo lo va incluyendo en una aplicación que te permitirá ver todo en un sólo vistazo: Lifelog.
Al igual que el Xperia Z2, la smartband es resistente al agua y se conecta al teléfono vía bluetooth. Además tiene una «memoria interna» en la que va almacenando todos los datos y luego se sincroniza con Lifelog cuando tiene el teléfono cerca.
Y no sólo registra lo que haces, sino que también puedes configurarla para que, cuando te llegue un mensaje, una llamada o una notificación, la smartband vibra y te avisa de esos eventos que ocurren en el teléfono. Cuando estás escuchando música, puedes reproducir una canción, ponerla en pausa o pasar de canción.
Pero lo que verdaderamente me cautivó fue la función por la cual te monitoriza tus horas de sueño. Luego, en el Lifelog podrás ver tus horas de sueño profundo y de sueño ligero. Además la pulsera determinará cuándo es la mejor hora para despertarte, dentro del rango horario que hayas definido, en función de tus ciclos de sueño.