Encender la bombilla, ésa es la cuestión. Primero te habló de autoempleo, de la última burbuja económica, e incluso de que te fijaras en los ochenta para encontrar la inspiración que te faltaba. Por quinto año consecutivo, iDÉAME, el encuentro entre jóvenes desarrolladores de videojuegos auspiciado por la Universidad Complutense de Madrid, vuelve para demostrarte no solo que en el mercado de los videojuegos tienes un filón para tener un trabajo (y sin tener que pedírselo a nadie), sino que cada vez tienes más posibilidades de hacerte un hueco en el mercado. Lo único que te hace falta es lo más fácil (o quizás lo más difícil): un videojuego que te diferencie del resto. Un videojuego de autor.

El lema de iDÉAME de este año, «Videojuegos de autor: si tienes una idea, tienes un empleo», no se ha escogido de manera casual. Ya se sabe, la necesidad agudiza el ingenio, y el sector de los videojuegos lleva años siendo una de las pocas industrias que ha llevado a muchos a convertirse en jóvenes empresarios al constituir su propio estudio de desarrollo. Y eso en un país donde sólo el 4% de los jóvenes menores de 30 años trabajan como autónomos.

Pero emprender por emprender, por muy loable que sea en tiempos de crisis, es tontería. Y ahí está la gracia de la industria de los videojuegos. Hacerse con una identidad propia dentro de un sector creativo y en continuo crecimiento como éste es algo fundamental para destacar dentro de una industria tan competitiva que fue capaz de sacar más de 3300 juegos al año en 2012 según GameRankings.

Algo tendrán los videojuegos para que se prevea superar los 505.000 trabajadores dedicados al sector del ocio electrónico en España en solo cuatro años. El dato deja de ser una tontería si se tiene en cuenta que a día de hoy España cuenta con una tasa de desempleo juvenil supera el 55% según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística.

No todos los datos son positivos: a pesar del crecimiento de la industria en España, la producción de software en nuestro país sigue estando en uno de los niveles más bajos de toda Europa, si bien es cierto que ya en 2011 experimentaron una mejoría tras los últimos datos de AMETIC, en donde se refleja que el desarrollo de videojuegos españoles al final de 2011 ya suponía el 12% de la contribución global del sector, frente al 5% del año anterior. Y eso que a nivel de consumo somos los quintos de Europa, donde, según los últimos datos de aDeSe, la contribución del sector en 2011 llegó a los 980 millones de euros.

No pierdas la oportunidad de conocer a gente que ha conseguido hacerse un hueco en el sector con los bolsillos vacíos y la cabeza llena de buenas ideas que te convierta en todo un artista del videojuego.