Son muchas las dificultades a combatir a la hora de desarrollar esa fantástica idea que queremos plasmar en un nuevo negocio; financiación, contactos, trámites…la lista de tareas a desarrollar puede resultar agotadora, más si todo el trabajo lo tienes que hacer tú sólo.
Es en este contexto donde cobra juego el networking. Este anglicismo se refiere a una filosofía de negocio más que a una técnica en sí misma. El networking, simplificándolo en pocas palabras, consiste en desarrollar tu propia ‘red’ social junto a otros emprendedores para compartir experiencias, colaborar y aprender unos de otros.
Cualquier evento es bueno para hacer networking: una fiesta, una convención o unas cervezas en el bar pueden ser el mejor escenario para conocer a los que podrían convertirse en tus futuros socios.
Conscientes de su potencial, en la Fundación Iniciador tratamos de maximizar el networking en cada uno de nuestros eventos.
Uno de nuestros patrones distintivos se realiza al comienzo, con todo el mundo sentado y antes de que el respectivo ponente arranque su charla. Uno a uno, todos los asistentes deben presentarse ante los demás, micrófono en mano, y hacer una primera declaración de intenciones sobre quiénes son, qué hacen y para qué están allí.
Este primer ‘reclamo’ servirá para que el resto de asistentes se fijen en nosotros de manera individual, facilita que después del debate y el correspondiente turno de preguntas nos busquen si les hemos parecido interesantes.
Será entonces el mejor momento para sentarse todos juntos en un ambiente relajado y distendido, para intercambiar experiencias, ofrecer conocimientos, colaboraciones, sugerir ideas…. eso es networking.
Algunos dirán que las reuniones entre actores de un mismo sector o bajo un mismo tema son algo que se lleva haciendo toda la vida, sin necesidad de echar mano de ningún término venido de fuera. Tienen razón, pero se quedan cortos. El networking radica en normalizar este tipo de reuniones, en convertirlo en una herramienta clave, sólida y al alcance de quien quiera desarrollar un nuevo negocio.
Gracias a este concepto han surgido algunas de las ideas más exitosas de los últimos años en este país, y en el futuro lo seguirán haciendo. Como dice Ángel María Herrera, co-fundador de Iniciador: “lo importante de un negocio no es la idea, sino de quien te rodees para alcanzarla y esto lo puedes conseguir gracias al networking”.