“Un admirador secreto te ha enviado una postal” o “50% de descuento para una cena romántica en el mejor restaurante de la ciudad” ¿Cuántas veces hemos recibido este tipo de mensajes y los hemos abierto sin pensar los riesgos a los que nos exponemos?
El Día de San Valentín es una excusa perfecta para que los hackers encuentren nuevas fórmulas para infectar nuestros ordenadores con malware o robar datos de carácter personal.
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